miércoles, 1 de febrero de 2012

Calle melancolía

Marché, para cumplir un sueño, mi sueño.
Dejé mil cosas atrás, a 200 kilómetros, cerca, pero a la vez tan lejos...
Extraño sus besos de buenas noches, y los de buenos días, esos enfados que se curaban con una sonrisa, sus mimos,  que me cuide y ser su niña, esa niña de papá que se está haciendo mayor.

Me sobra tiempo para pensar en ellos, me faltan palabras para describirlo, me sobran las calles y las prisas de esta ciudad, falta un café con ellas en el bar de siempre, y regresar allí, con billete solo de ida, sin acuse de recibo, allí donde habita el olvido. Sobre todo me sobra la distancia, a 200 kilómetros de tantas cosas que extraño.


El brillo de su asencia.
A.